DESCONFINAMIENTO ANUAL
Ha llegado el mes de
mayo, con él la primavera se ha asentado
definitivamente en nuestros territorios de latitudes templadas.
Es la época en la que
muchos de los seres vivos con los que compartimos el planeta reinician sus ciclos
vitales. Las flores de muchas plantas se abren, los árboles liberan ingentes
cantidades de polen, nacen las crías de muchas especies de mamíferos y muchas
de las pequeñas aves cantoras están tremendamente atareadas sacando adelante a
sus primeras nidadas del año.
Es la época del
DESCONFINAMIENTO.
Quizás no de nuestro
desconfinamiento, de nuestra liberación de la asoladora pandemia que con el
nombre de COVID-19 nos ha mantenido (y nos mantiene) casi aletargados,
encerrados (a la mayoría de nosotros) durante la mayor parte del día y de la
noche en nuestros hogares (los que tenemos la suerte de disponer de uno), pero
sí de muchas especies que han permanecido durante todo el año escondidas,
encerradas en sus habitaciones subterráneas.
Entre esas especies se encuentran,
cómo no, las termitas, las reinas secretas de los bosques.
Es durante estos días
cuando los individuos sexuados, es decir, las termitas que tienen la capacidad
de reproducirse, las que son machos o hembras, abandonan sus oscuros pasadizos
subterráneos y salen a la luz del día.
Viajan por sus estrechos
túneles escoltados por un regimiento de soldados de grandes cabezas y poderosas
mandíbulas hasta las aberturas superficiales de sus termiteros, y allí se
reúnen en grandes enjambres de varios cientos o miles de individuos ansiosos
por encontrar una pareja con la que formar un nuevo termitero en algún lugar no
demasiado alejado.
Muchas habrán perdido sus
frágiles alas durante su recorrido subterráneo y serán incapaces de levantar el
vuelo. Esas estarán condenadas a establecerse, si tienen suerte, en un lugar
cercano a su origen. Otras, por el contrario, habrán podido conservar sus alas
y podrán iniciar su delicado y poco vigoroso vuelo nupcial en busca de
una pareja y de un lugar más alejado.
A partir e ese momento,
tanto unas como otras se enfrentarán a los numerosos peligros que en forma de
reptiles, aves, arañas y otros insectos,
les acechan en todos los rincones de su mundo, que también es el nuestro.
Son las alegrías y los
riesgos del DESCONFINAMIENTO, un frágil equilibrio entre libertad y muerte.
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